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MUHAMMAD EN LA BIBLIA

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MUHAMMAD EN LA BIBLIA

                                                       
Profecías Bíblicas de Muhammad 

Abraham es considerado como el Patriarca del monoteísmo y el padre común de los Judíos, Cristianos y Musulmanes. Por la genealogía de su segundo hijo, Isaac, descendieron todos los profetas israelitas incluyendo figuras sobresalientes como Jacobo, José, Moisés, David, Salomón y Jesús (paz y bendiciones a todos ellos). La venida de estos ilustres profetas fue parte del cumplimiento de la promesa de Dios de bendecir a las naciones de la tierra a través de los descendientes de Abraham (Génesis 12:2-3). Tal cumplimiento es aceptado por los Musulmanes quienes consideran el creer en todos estos profetas como uno de los artículos principales de la fe. 

Bendiciones a Ismael e Isaac 

¿Fue el primer hijo de Abraham, Ismael, y sus descendientes incluidos en el contrato y la promesa de Dios? Varios versos de la Biblia aclaran esta pregunta: 

Génesis 12:2-3 habla de la promesa de Dios a Abraham y sus descendientes antes de tener hijos. Génesis 17:4 Dios proclama el pacto con Abraham después que nació Ismael y antes de nacer Isaac. En Génesis 21, Isaac es bendecido, pero Ismael también es bendecido y Dios promete darle una "gran nación," especialmente en Génesis 21:13,18. 

De acuerdo a Deuteronomio 21:15-17, los derechos y privilegios tradicionales del primogénito no serán afectados por la posición social de la madre (siendo Sara, madre de Isaac, mujer "libre " y Agar, madre de Ismael, una "sierva"). Esto es en consonancia con los principios morales y humanitarios de toda fe revelada. 

La legitimidad de Ismael como hijo y "semilla" de Abraham y la de su madre, Agar, como esposa de Abraham es claramente establecida en Génesis 21:13 y 16:3. 

Después de Jesús, último Profeta y Enviado Israelita, ya era hora que la promesa de Dios, de bendecir a Ismael y a sus descendientes, fuese cumplida. En menos de 600 años después de Jesús, vino el último Enviado de Dios, Muhammad, quien era de la simiente de Abraham por medio de Ismael. La bendición de Dios a ambas ramas de la familia de Abraham fue cumplida. Pero, ¿hay más evidencia que la Biblia anuncia la venida del Profeta Muhammad? 

Muhammad: El Profeta Como Moisés 

Mucho después de Abraham, la promesa de Dios, de enviar el mensajero esperado, fue repetida con las palabras de Moisés. En Deuteronomio 18:18, Moisés habla del profeta que Dios enviará, quien: 

Vendrá de en medio de sus "hermanos," una referencia a sus primos, los Israelitas, ya que Ismael era el otro hijo de Abraham a quien se le había prometido ser una "gran nación." 

Será profeta como Moisés. Es improbable que hubieran dos profetas tan similares como Moisés y Muhammad. Ambos recibieron de Dios leyes comprensivas o códigos de vida; ambos se enfrentaron a sus enemigos y triunfaron; ambos fueron aceptados como profetas/estadistas y ambos emigraron después de conspiraciones para asesinarlos. Analogías entre Moisés y Jesús no solo ignoran las semejanzas ya mencionadas, sino también otras más evidentes (p.ej., nacimiento natural, vida familiar, la muerte de Moisés y Muhammad pero no la de Jesús - quien es considerado por sus seguidores como hijo de Dios y no un mensajero de Dios, así como son considerado Moisés y Muhammad por los Judíos y Musulmanes). 

El Profeta Esperado Vendría de Arabia 

Deuteronomio 33 combina referencias de Moisés, Jesús y Muhammad. Versos 1 y 2 hablan de Dios viniendo (es decir, la revelación de Dios descendiendo) del Sinaí, ascendiendo de Seir (probablemente de la aldea de Sa'ir cerca de Jerusalén) y resplandeciendo del monte de Parán. De acuerdo a Génesis 21:21, el desierto de Parán fue el lugar donde Ismael habitó (que es Arabia: especificadamente en Meca). 

En ciertas versiones de la Biblia se mencionan peregrinos atravesando por el valle de Ba'ca (otro nombre de Meca). Salmos 84:4-6. 

Isaías 42:1-13 habla del amado de Dios, Su Enviado elegido que traería una ley esperada por las islas y "no se cansará ni desmayará, hasta que ponga juicio en la tierra." El verso 11 conecta el elegido con los descendientes de Cedar. ¿Quien es Cedar? De cuerdo a Génesis 25:13, Cedar fue el segundo hijo de Ismael, el antepasado de Muhammad. 

La Migración de Muhammad de Meca a Medina: Fue Profetizada en la Biblia 

Habacuc 3:3 habla de la venida de Dios (la ayuda de Dios) desde Temán (de acuerdo al Diccionario de la Biblia por J. Hasting, esto es un oasis en el norte de Medina) y el Santo (su venida) desde el norte de Parán. El Santo que, bajo la persecución, emigró de Parán (Meca) y fue recibido entusiasmadamente en Medina, no fue otro más que el profeta Muhammad. El incidente de la migración del profeta y sus seguidores es claramente definido en Isaías 21:13-17. Esta parte profetiza la batalla de Badr en el cual unos creyentes con pocas armas derrotaron milagrosamente a la "gloria de Cedar, " quienes buscaban la destrucción del Islam y de espantar a su propia gente que ya se habían convertido. 

Es el Corán Profetizado en la Biblia? 

Por 23 años, la Palabra de Dios (El Corán) fue puesta en labios de Muhammad. El Corán le fue dictado por el Ángel Gabriel quien le dijo que simplemente repitiera las palabras del Corán según él las oía. Estas palabras fueron memorizadas y escritas durante la vida de Muhammad bajo su supervisión. 

¿Sería solo coincidencia que el profeta "como Moisés" de sus "hermanos" Ismaelitas Israelitas (los hnos. de los Israelitas) fue también definido como aquel en el cual Dios pondrá palabras en su boca y hablará en el nombre de Dios (Deuteronomio 18:18-20)? 

¿Sería también coincidencia que el "Paráclitos" ( el Consolador, quien Jesús anunció que vendría después de él), fue definido como uno que "no hablará de si mismo, sino que hablará todo lo que oyere . . ." (Juan 16:13)? 

¿Sería otra coincidencia que Isaías demuestra una relación entre el profeta de Cedar y un canto nuevo (escritura de lengua nueva) que será cantado al Señor (Isaías 42: 10-11)? Aun más explicita, la profecía de Isaías dice "porque en lengua de tartamudos, y en extraña lengua hablará a este pueblo" (Isaías 28:11). Este verso explica la "lengua de tartamudos" del Profeta Muhammad reflejando su estado de tensión y concentración por el cual pasaba cuando recibía la revelación. Otro aspecto es que el Corán fue revelado poco a poco durante un periodo de veinte-y-tres años. Es interesante comparar esto con Isaías 28:10 que hace mención de lo mismo. 

Aquel Profeta-Paráclitos-Muhammad 

Hasta los días de Jesús (la paz sea con él), los Israelitas todavía esperaban al profeta anunciado en Deuteronomio 18:18 quien sería como Moisés. A la llegada de Juan el Bautista, le preguntaron que si él era el Cristo y dijo que no. Le preguntaron que si era él Elías, contestó que no. Entonces, aparentemente en referencia a Deuteronomio, le preguntaron, "¿Eres tú el Profeta?" y él contestó, "No." (Juan 1:19-21). 

Según el Evangelio de Juan (Capítulos 14,15,16) Jesús habló de un Paráclitos o Consolador, que vendría después de quien sería enviado por el Padre, el cual enseñaría algo nuevo que los contemporáneos de Jesús no podrían llevar. Aunque el Paráclitos es definido como el espíritu de verdad (esta descripción se parece al titulo famoso de Muhammad, Al-Amín, el digno de confianza). Aunque en otro verso es identificado como el Espíritu Santo (Juan 14:26). Esta descripción no concuerda con las características del Paráclitos. En las palabras del Diccionario Bíblico (Ed. J. Mckenzie), "Esta interpretación, hay que admitirlo, no presenta una imagen coherente". 

La historia de los primeros cristianos nos indica que ellos entendieron que el Paráclitos sería un hombre y no un espíritu. Esto explica el porque ciertos seguidores les respondieron a aquellos que reclamaban, sin satisfacer el criterio estipulado por Jesús, ser el Paráclitos esperado. Muhammad (paz sea con él) fue el profeta que era el Paráclitos, Consolador, ayudante y reprendedor enviado por Dios después de Jesús. Él testificó de Jesús, enseñó cosas nuevas que no pudieron ser enseñadas durante los tiempos de Jesús, habló lo que oyó (revelación), y vive en los creyentes (a través de sus enseñanzas preservadas). Tales enseñanzas permanecerán para siempre porque él fue el último mensajero de Dios, y el único profeta universal que unió a toda la humanidad en el camino de la verdad. Él habló, en mucho detalle, de lo que iba a pasar - el criterio que dio Moisés para poder distinguir entre los falsos profetas (Deuteronomio 18:22). Él reprendió al mundo de el pecado, habló de la Justicia y del Juicio (Juan 16:8-11). 

Hubo Profecía del Cambio de Liderato Religioso? 

Después del rechazo de Jesús, el último profeta Israelita, ya era hora de cumplirse la promesa de Dios de hacer a Ismael una gran nación (Génesis 21:13, 18). En Mateo 21:19-21, Jesús habla de una higuera sin frutas (un símbolo Bíblico de la herencia profética) que sería purificada después otorgarsele una oportunidad de dar fruto por tres años (la duración del ministerio de Jesús). En otro verso de este capítulo, Jesús dijo: "Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros y dado a gente que produzca los frutos de él" (Mateo 21:43). La nación de los descendientes de Ismael (la piedra desechada, en Mateo 21:43) fue victoriosa en contra todo poderío de sus tiempos y según lo profetizó Jesús: "Y el que cayere sobre esta piedra será quebrantado: y sobre quien ella cayere, le desmenuzará." (Mateo 21:44). 

Es Coincidencia Fuera de Contexto? 

¿Sería posible que las profecías citadas aquí sean todas mal interpretaciones de versos individuales o combinados que están fuera de contexto? ¿O por el contrario, es verdad, que tales versos, infrecuentemente estudiados, se entrelazan consistentemente y señalan claramente la venida del hombre que cambió el rumbo de la historia humana?: el Profeta Muhammad (paz sea con él). ¿Es razonable la conclusión que todas estas profecías, apareciendo en diferentes libros de la Biblia y proclamadas por varios profetas en diferentes tiempos, eran todas coincidencias? De ser así, he aquí otra "coincidencia" extraña: 

Una de las señales del profeta que vendrá de Parán (Meca) es que vendrá con "diez mil santos" (Deuteronomio 33:2). Este fue el numero de los creyentes que acompañaron al Profeta Muhammad a Parán (Meca) en el ilustre y victorioso retorno a su pueblo natal para destruir a los ídolos de la Ka'ba. Dice Dios (según fue citado por Moisés): " Más será, que cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le demandaré." (Deuteronomio 18:19). 

Fuente: www.iad.org

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MUHAMMAD, EL ULTIMO PROFETA



La creencia musulmana de que Muhammad es el Ultimo profeta de Dios ha sido mal entendida por muchos, por lo que se hace preciso formular algunas puntualizaciones. Esta creencia no significa, en absoluto, que Dios haya cerrado Su puerta a la misericordia o se haya retirado. No impone restricción alguna a la aparición de grandes personalidades religiosas, no excluye la aparición de grandes lideres espirituales, ni pone obstáculos a la evolución de grandes hombres piadosos. Ni quiere decir tampoco que Dios haya hecho a los árabes, de quienes fue elegido Muhammad, su último favor con exclusión de cualquier otro. Dios no es parcial con ninguna raza, edad o generación y Su puerta está siempre abierta a la misericordia, y es accesible a quienes Le buscan. Habla el hombre de una de estas tres formas:  

1. Por inspiración, que se produce en forma de sugerencias o ideas, puestas por Dios en los corazones, o en las mentes, de hombres piadosos.  

2. Oculto tras un velo, que se abre en forma de visiones o contemplaciones cuando el receptor cualificado se encuentra dormido o en trance, y  

3. A través de Gabriel, el mensajero celestial, que es enviado al mensajero humano elegido con palabras divinas concretas (Corán, 42:51). Este último medio es el más elevado y a través de él vino el Corán a Muhammad. Esto está limitado sólo a los profetas, de quienes Muhammad fue el último y el Sello.  

Por esto no niega la existencia o la continuidad de inspiración en las otras dos formas a quien Dios desea. Al elegir a Muhammad como el Sello de los profetas, Dios no ha perdido contacto o interés por el hombre, no le ha prohibido a éste buscar a Dios, ni se le han puesto obstáculos en su aspiración a el. Por el contrario, eligiendo a Muhammad como culminación de los profetas y el Corán como la terminación de la Revelación, Dios ha establecido un medio de comunicación permanente entre Sí y el hombre, y ha construido un faro que irradia constantemente guía y luz. Además de estas observaciones generales, hay otros puntos específicos que demuestran porqué Muhammad es el último profeta de Dios. Pode­PODEMOS mencionar algunas:  

1. El Corán afirma en términos inequívocos que Muhammad fue enviado a todos los hombres como apóstol de Dios a Quien pertenece el dominio de los cielos y la tierra (7:158). Afirma, igualmente, que Muhammad fue enviado sólo como gracia de Dios a todas las criaturas, humanas y no humanas (21:107) y que es, el Apóstol de Dios y el último de los profetas (33:40). El Corán es la palabra de Dios y todo lo que dice es la verdad de Dios, que debe ser obedecida por todos los musulmanes y en la que debe reflexionar cada hombre. El mensaje de Muhammad no fue simplemente un resurgimiento nacional, un monopolio racial o una redención temporal de la esclavitud y la opresión. Ni tampoco un brusco cambio o reversión de¡ rumbo de la historia. El mensaje de Muhammad fue y, desde luego, sigue siendo, un resurgimiento universal, una bendición común, una herencia supranacional y una liberación espiritual, por los siglos de los siglos. Es una continuación evolutiva de los anteriores mensajes y una incorporación equilibrada de todas las revelaciones precedentes. Trasciende todos los límites de raza, edad, color y rasgos regionales. Está dirigido a los hombres de todos los tiempos y es, precisamente, lo que el hombre'. necesita. Un musulmán cree que Muhammad es el último profeta porque el Corán da verdadero testimonio de ello, y porque el mensaje de Muhammad posee las más elevadas cualidades de fe, auténticamente universal y definitiva.  

2. El propio Muhammad afirmó que era el último profeta de Dios. Ningún musulmán, o si cabe, ninguna persona, puede poner en duda la verdad de esta afirmación. A lo largo de su vida Muhammad fue conocido como sumamente sincero, honrado y modesto. Su integridad y veracidad fueron indiscutibles, no sólo ante los musulmanes sino ante sus oponentes más recalcitrantes. Su carácter, sus logros espirituales y sus reformas mundanas no tienen paralelo en la historia de la humanidad. Y aún está por ver si pudiera producir la historia un ser igual a Muhammad. Dijo que era el último profeta porque fue la verdad de Dios, y no porque deseara gloria personal o persiguiera ganancia alguna. El triunfo no lo deterioró, la victoria no relajó sus excelentes virtudes y el poder no corrompió su carácter. Fue incorruptible, coherente e inaccesible a cualquier noción de gloria o beneficio personal. Sus palabras irradian deslumbrante luz de sabiduría y verdad.  

3. Muhammad fue el único profeta que cumplió su cometido y finalizó su trabajo en vida, antes de morir. El Corán afirmaba que la religión de Dios había sido perfeccionada, se había completado el favor de Dios con los creyentes, y se había salvaguardado y continuaría preservada la verdad de la revelación (Corán, 5:2 y 10:91). Cuando murió, la religión del Islam estaba completa y la comunidad de creyentes musulmanes se encontraba firmemente establecida. El Corán quedó registrado en vida suya y se conservó en su versión total y original. Todo ello indica que la religión de Dios ha sido completada por Muhammad en concepto y en aplicación, y que el Reino de Dios ha sido establecido aquí en la tierra. La misión de Muhammad, su ejemplo y sus logros, han demostrado que el Reino de Dios no es un ideal inalcanzable o algo del mundo futuro, sino también de este mundo, algo que existió y floreció en el tiempo de Muhammad y que puede existir y florecer en cualquier época en que existan verdaderos creyentes y hombres de fe. Por ello, si algún hombre estaba destinado para culminar la misión de los profetas, ¿Quién podría hacerlo sino Muhammad?. y si algún libro había sido designado para poner fin a la Revelación ¿Cuál mejor que el Corán? El cumplimiento real de la misión de Muhammad en la tierra y el registro auténtico de todo el Corán en su vida no dejan indicio de duda, en mente alguna, en lo que se refiere a la creación de que fue el último profeta.  

4. El decreto divino de que Muhammad es el último profeta se basa en la autenticidad pura y original del Corán, en las realizaciones únicas y definitivas de Muhammad, en la universalidad de¡ Islam y en la aplicabilidad de las enseñanzas coránicas a cada situación, edad y hombre. Es la religión que trasciende todas las fronteras y atraviesa todas las barreras de raza, color, edad y condición de riqueza o prestigio. Es la religión que asegura a todos los hombres la igualdad y la fraternidad,la libertad y la dignidad, la paz y el honor, la guía y la salvación. Esta es la pura esencia de la religión de Dios y la clase de ayuda que El siempre ha prestado al hombre desde, los albores de la historia. Con Muhammad y el Corán ha culminado la evolución religiosa. Ello no significa, sin embargo, el final de la historia o la terminación de la necesidad humana de la guía divina. Se trata sólo del comienzo de un nuevo enfoque, la inauguración de una nueva era en la que el hombre ha recibido suficientemente toda la orientación divina y los ejemplos prácticos que precisa. Esta guía divina está contenida en el Corán, la revelación más auténtica e incorruptible, de Dios, y todos estos ejemplos prácticos se encuentran en la personalidad de Muhammad. Si hubiera de venirnos un nuevo profeta o una nueva escritura revelada, ¿qué añadirían a la calidad de las profecías, o a la verdad del Corán?, Si se trata de preservar la palabra de Dios o guardar la verdad de la Revelación, esto se ha conseguido a través del Corán. Si se trata de demostrar que puede aplicarse en la historia la Ley de Dios, o que el Reino de Dios puede ser establecido en la tierra, todo ello ha sido probado por Muhammad. Y se pretende dirigir al hombre hacia Dios por el camino recto de la vida. Esto ha sido claramente establecido por el Corán y por Muhammad. El hombre no necesita nuevas revelaciones ni nuevos profetas. Lo más urgente para él es despertarse, abrir la mente y avivar su corazón. Lo que ahora necesita es utilizar las revelaciones de que dispone, utilizar los recursos que posee y extraer de los inagotables tesoros del Islam lo que ha incorporado, preservando y perfeccionando la pureza de las anteriores revelaciones. 

5. Dios decretó que Muhammad sería el último profeta y así lo fue, Ningún profeta anterior a Muhammad ha hecho, realizado o donado tanto como él. Y nadie de los que han pretendido posteriormente ser profetas han llevado a cabo nada comparable a lo que él hizo. No obstante, este decreto divino se anticipó a los grandes acontecimientos históricos que siguieron. Anuncié al hombre la buena nueva de que entraría en una nueva etapa de madurez intelectual y de altura espiritual y de que, a partir de entonces, habría de prescindir de nuevos profetas o revelaciones, para realizarse así mismo con ayuda de los ricos legados de profecías y revelaciones, que encontramos en Muhammad y sus predecesores. Se anticipó el hecho de que las culturas, razas y regiones del mundo podrían aproximarse cada vez más entre sí y que la humanidad podría vivir con una religión universal, en la que Dios ocuparía el lugar justo y en la que el hombre adquiriría su plena entidad. Fue un testimonio solemne del gran papel que representaría el conocimiento avanzando y el firme compromiso intelectual, en términos de llevar al hombre hacia Dios. Y es cierto que si el hombre puede combinar su conocimiento avanzado y su firme potencia¡ intelectual con el espiritual y las enseñanzas morales del Corán, no puede dejar de reconocer la existencia de Dios y adaptarse a la Ley Divina.

 

La etapa histórica de los profetas terminó con Muhammad para demostrar al hombre que es posible madurar por su propia iniciativa, dar a la ciencia una oportunidad de obrar correctamente y explorar el vasto dominio de Dios, proporcionar a la mente la posibilidad de reflexionar, y profundizar en los grandes misterios. La naturaleza del Islam ofrece grandes dosis de flexibilidad y viabilidad y  puede hacer frente a cualquier situación. El Corán es, por su naturaleza, universal y constantemente revelador Y su guía es segura, está exenta de dudas. La naturaleza del mensaje de Muhammad es tal que se dirige a todos los hombres y a todas las generaciones. Muhammad no fue simplemente un líder racial o un liberador nacional. Fue y continúa siendo un personaje histórico y el mejor modelo para quien busca a Dios. Todo hombre puede encontrar en él algo que aprender, así como excelentes ejemplos de bondad y piedad a seguir. Y en él puede encontrar toda generación la esperanza perdida.



Luces Sobre el Islam

Hammudah Abdalati

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